lunes, 11 de abril de 2011

La Fuenfria por la fuente San Pedro

Sucedió en Segovia el día 08 de abril de 2011.-

Como de costumbre quedamos en el conservatorio de música a las 09:30 horas, en esta ocasión estamos casi todos los que podemos, caimanes Marianico, Pantani, Mori y el menda Florex. Al llegar Marianico tiene un problemilla con el cambio trasero que tarda unos dos minutos en solucionar, nada de importancia.

Caimán mecánico en acción.
Quedamos en coronar el puerto de la Fuenfría, y tiramos por el camino de los carros de combate, para subir por la fuente San Pedro que hace bastante que no lo tocamos y es bastante exigente.

Empieza la subidita a la fuente.
Comenzamos el ascenso, pasando por la Cañada Soriana y por la Casa de Santillana, llegando a la portera abatible y empezando uno de los repechos más fuertes que llevan a los pies de la fuente, de allí a ritmo seguimos sufriendo el terreno resbaladizo y fangoso propio de la época en la que estamos. Llegando practicamente a la pista tenemos que poner pie en tierra ante la adversidad del terreno, extremadamente pegajoso (chocolate), para coronar en la pista asfaltada que lleva a la Cruz de la Gallega.


Los caimanes llegando a la pista con la lengua fuera.

Como estamos mayores, y después del chapapote no nos quedan ganas, no subimos por el camino Santiago y damos la vuelta por la pista hasta llegar al alto de los Aleonardos tras pasar por la Fuente de los Pájaros. En este lugar repostamos aconsejados por el caimán Pantani, unas barritas un higo, lo típico.

Que rápido repostamos oh my good.
Con la tripita llena nos metemos de lleno en la subida por el cordel de la Fuenfria (camino Santiago vamos), a buen ritmo vamos subiendo repechos. Hay que ver el tramito de las piedras que jodio que es.

Los caimanes acabando la primera.
Pantani a toda máquina.
El Mori esperándome y el caimán Marianico derramando.

Una vez en la pista dejamos la Fuente la Reina y encaramos la subida al puerto por el camino fácil que tenemos prisa, a toda máquina llegamos con cuenta gotas al puerto.


Lord Marianico con pose.
Llegados a este punto se nos hace tarde que algún caimán tiene prisa, de ese modo bajamos a todo trapo, hasta llegar a la pista luego por la Fuente los Pastores y Fuente San Pedro, camino los carros de combate y pa casa que hay que hacer la comida.

A pasar por debajo de la Sg-20.
A ver esos caimanes para el día 05 de Junio si se animan.

Perdidos

A la hora de siempre y en el lugar de siempre, nos hemos juntado hoy tres caimanacos que damos miedo, Florex, Mariano y el Mori. Nada más juntarnos Mariano se ha puesto al frente del grupo y nos ha llevado a velocidad de crucero por el camino de los tanques, hemos cruzado la carretera del palacio de Riofrio y hemos tomado la Cañada Real Soriana hacia Cabeza Grande. Una vez en los troncos que hay en el camino a Cabezagatos decidimos tomar el cordel de la Fuenfria y poco a poco se han ido formando dos grupos, el primero formado por Florex y Mariano y el segundo por el Mori y su lengua colgando.

Al llegar a la pradera de la Venta, que esta situada unos metros antes de la Fuente de la Reina, hemos parado para repostar unos super y otros diesel.



Las bromitas y el cachondeo que no falte.



Mariano canta y el Mori esta fundido.

Tras llenar los tanques, hemos continuado en procesión por unas sendas que cruzan la Acebeda y tras cambiar de camino en varias ocasiones estamos perdidos. Bueno siendo sinceros no estamos del todo perdidos pero no me extraña que Mariano no sepa exactamente donde estamos pues esta zona es preciosa y bajamos a toda mecha.


Ruta bonita y descenso bastante técnico.






Esos caimanes intrépidos.

Al llegar al final de la acebeda y para cruzar el camino a Cabezagatos había que pasar el rió de la Acebeda, que bajaba con bastante caudal. El caiman Mariano con la prudencia que le caracteriza disminuyó la velocidad y el Mori también, pero Florex dijo esa frase ilógica que sólo los hombres dicen cuando se les va la pinza y se hacen los machitos "No hay huevos a pasar el rió". Mariano y Mori nos miramos con extrañeza (pensando vaya ostia) y le dijimos que no, que lo normal era bucear o hacer la croqueta, pero le vimos tan decidido que hicimos lo que unos buenos compañeros sólo hacen en esos momentos, sacar la cámara de fotos e inmortalizar el momento (vaya cabrones). Y bueno ocurrió lo previsible y menos malo que fue meter las cancas y sus celsius nuevas en el rió.









Metiendo la pata.
Ese caiman pescador.

Después de las risas los demás cruzamos por las piedras y continuamos bajando junto al cauce del rió hacia el Pantano de Revenga. Una vez en Revenga y desde la población tomamos el camino hacia Cabeza Grande, luego el camino de los tanques y llenos de mierda y barro a casa a hacer las tareas y la comida que es la una de la tarde.

Hasta otra caimanes.