lunes, 13 de febrero de 2012

THE RETURN

Ocurrio el día 12-02-2012, en Segovia y provincia.

Después de un mes de enero inactivo por culpa de una caidita (no la de Roma), vuelvo al ataqueeeer, está vez no me acompaña ningún caimán, unos por trabajo, otros por frío y otros por motivos familiares, ya se sabe que el domingo es muy malito, en fin quedo con nuestros amigos de Segovia Mountain Bike, donde siempre quedan en el Merpan al lado de la caserna. Estamos un grupo de 7 bikers.
Todos de acuerdo en que subir a la sierra está más que complicado, es buscarse algún problema y deciden marchar hacia la localidad de Anaya (feudo de Antonio).


Puente sobre el Tejadilla

Hielo, frio, desviador congelado.

Salimos de Segovia por las Lastras hacia el arroyo Tejadilla el cual cruzamos y nos adentramos en el barrio de Perogordo y de allí al centro de malos de Segovia y al otro barrio el de Torredondo donde dejamos la cómoda pista asfaltada y nos adentramos en el camino terrizo parcelario en dirección hacia Abades.

Puente sobre el rio Milanillos.
 El cañón del Tejadilla nos había calentado algo pero la mayoría llevábamos las manos heladas, en la pista terriza camino de Abades entramos algo en calor, aunque el ritmo de marcha era todavía moderadamente normal.




Caracoleando cruzamos la localidad de Abades en dirección a Juarros del Río Moros (donde la Virgen del Pollo).


Sobre el valle del río Moros y paralelos a este ciclamos a buen ritmo contando las batallitas de estos lugares privados para los pobres y lugar de asueto para los ricos, el amigo Antonio nos ameniza con su conocimiento del lugar.
Finca de gente de bien, tipo: "Los Santos Inocentes".
Dejando atrás la pijafinca y el campito de golf, entramos en la localidad de Anaya feudo de Antonio, donde pasa buena parte del periodo estival. En la localidad a pesar de darnos el sol la temperatura es bajo cero, prueba el susto que se llevó la fuente de la plaza del pueblo esa noche. 

Helada me quedé.


A la salida de la localidad sentido Norte, paramos para abrevar y reponernos con algo de comer. Alguno se puso a ejercitarse, se conoce que se quedaban fríos los tíos.



Salimos del famoso pueblo de Anaya y cruzamos El Moros por el puente de Marazuela dirección Norte hacia la carretera Cl-605 cruzándola a su vez en el ecuador de la etapa que estábamos realizando, siguiendo El Moros, el personal empieza a darle caña a la bici alcanzando velocidades de vértigo que personalmente me cuesta aguantar. Mis aletargadas piernas por la inactividad empiezan a notar cansancio.
Cruzamos la vía de alta velocidad y siempre paralelos al Moros a una velocidad entre 25-32 km/h llegamos a la localidad de Añe volviendo a cruzar El río Moros. Sobre el km. 41 de la ruta dejamos El Moros para que se amanse con El Eresma y seguimos paralelos a este en busca de nuestra querida ciudad de Segovia.
A toda máquina  seguimos hacia Hontanares donde paramos unos segundos a reagruparnos, tomando un camino terrizo que dejamos para tomar el antiguo trazado de la vía férrea Sg-Medina del Campo.


Por la vía del tren.

Volvemos a salirnos del trazado ferroviario para salir a una pista asfaltada que nos lleva a la Cl-605 cerca de la ermita de La Aparecida, ya abandonada la zona terriza seguimos por carretera asfaltada hacia la Fuencisla.


A partir de este tramo se acabaron las fotos que suficiente tenía con aguantar en la bici, estaba muyyyy cansado y el asfalto hasta Segovia se hizo eterno. Pasada la Venta de San Pedro de Abantos tuvimos un susto, Michel se despista un momento al subir un bordillo y lo toma con la rueda lateralmente acabando en el suelo, por suerte solo fue el ruido y volvimos a continuar sin problemas.
Ya en Segovia subimos por el arroyo Clamores y de allí al barrio, inestimable el apoyo moral que me brindó en este final de etapa Toñin enseñándome siempre su rueda trasera, gracias Toñin eres un autentico caballero.
En definitiva 66 km, la mitad de ellos a toda pastilla, llegue hecho fosfatina, un saludo y nos vemos en los caminos.
FUERZA Y HONOR.

P.D. CABALLERO es una persona que ejerce una conducta permanente que demuestra su educación y buenos modales en una determinada situación social. Normalmente salen en los cuentos o historias como gente de prestigio o bondad