jueves, 26 de mayo de 2011

Paseo por La Sauca de la mano del Mori

Hechos acaecidos el día del señor 26 de mayo de 2011.


Hoy estábamos solos el caimán Mori y el menda lerenda por lo que quedamos en mi humilde morada sobre 09:20 horas, saliendo por motivos técnicos a las 09:30 horas. Los dos no teníamos que trabajar por lo que optamos por una ruta un poco más larga de la que habitualmente realizamos. La escogida fue la mítica Sauca, rutita que el caimán Mori desconocía hasta la fecha.
El día amanece soleado con nubes en el horizonte que prometen ocultarnos tarde o temprano el astro Sol.
Nos movemos por el carril bici para llegar hasta San Ildefonso, donde lo abandonamos por detrás de la fábrica de cristal, para adentrarnos en una sinuosa y tortuosa vereda que pone a prueba nuestro pompis.
La entrada a la finca de La Sauca esta vez, está abierta, cosa que agradecemos. Tomamos la subida con precaución por lo que todavía nos queda por andar.
El chorro al fondo

Bonitas lupas, voto a bríos
Dejamos La Sauca para adentrarnos en el pinar de La Pedrona y su súbidita, la cual se hace un poco pesadita. El terreno ha sido mejorado por máquinas y el ascenso se hace duro por la rapidez que imprimimos en nuestras burras. Coronamos lo que el caimán Mori piensa que es el alto para hacernos unas a fotos chulas.
El caimán Mori.

El menda lerenda.
Reanudamos la marcha y seguimos ascendiendo por La Umbria donde dos montañeses (cortadores de pinos, arrastra pinos, con músculos hasta en las orejas) nos comentan si queremos cambiarles la actividad, a lo que respondemos que nó y continuamos a gran velocidad, no sea que fueran los hermanos perdidos de la peli de "La matanza de Texas". Con estas empezamos a descender un poquito hasta el arroyo de Siete Arroyos donde hacemos momento relax, comiendo algo y bebiendo más.
De este punto hasta el cruce para el Malangosto se hace un poco duro, hay una primera subida bastante fuerte y luego otra menos fuerte pero más larga que te llega agobiar. En este tramo y debido a la escasa velocidad que llevamos somos asaltados por un enjambre de moscas tse-tse o más comúnmente llamadas moscas cojoneras, que nos acompañan hasta la primera bajada donde nuestra velocidad las deja tiradas y con las ganas.
Que jodias
En el punto de inflexión El Mangalucho le como el tarro a Mori para tirarnos por la cuerda hacia el Cerro de Valmesado para bajar por la Atalaya y así lo hacemos, El Mori sube como un campeón mascullando improperios etc. que es la última vez etc, nada importante vamos. Subimos un cerro tras otro, abriendo portera tras portera y llegamos a la bajada de la Atalaya que el Mori como siempre baja fenomenal.


Portera tras portera bajamos al pantano y de allí carril bice y a casa tranquilamente.
Hasta la próxima. Fuerza y honor.